“Configuraciones del 'yo'” es una serie de retratos pictóricos.
Títulos : Boris ; Tamara ; Clément ; Joël ; Elise ; Sui Ying
Técnica : técnica mixta (grafito, rotulador, acuarela, collage) sobre papel Canson de 300gr y papel vegetal.
Dimensiones : cada obra mide 70x100cm y va montada sobre un chasis de contrachapado de abeto de 78x108cm y protegido por una placa de metracrilato atornillada con 8 tuercas metalicas.
El proyecto nace con la intención de representar el reflejo que uno tiene de si mismo, de como percibe que su historia le ha modelado. También se quiere demostrar la fragilidad de lo que entendemos como nuestra identidad. Los cuerpos son de carne y huesos, condicionados por una historia que los modela. Considerando la mente como construcción educativa y social, los retratos están compuestos por la historia de los sujetos en relación al cuerpo, que por su parte remite a la realidad vivida y cotidiana.
La historia aparece como frágil, tabú a veces. Aparece como una construcción caótica, que ha dado muchas vueltas, con caminos frustrados, accidentados, acertados. Con el tiempo esa catedral ha cobrado sentido y unidad alrededor de ese cuerpo afectado.
Ese trabajo quiere recordar que somos en esencia animales, y que la construcción de lo que llamamos el “Yo” es fortuita y circunstancial, que decir “yo soy esto y no cambiará” es una ilusión asimilada como intangible. Se quiere recordar que somos todos iguales en esencia, y pretende dar perspectiva a nuestra visión identitaria.
Los sujetos elegidos suelen ser personas que han dado vueltas por la vida, que no han seguido un camino recto. Suelen ser personas que se han tenido que preguntarse porque hacen lo que hacen, por circunstancias diversas (herencia familiar, accidente en el sentido amplio del termino, etc.). Estas personas tienen en común haber descubierto que pueden cambiar su vida y su forma de pensar porque percibieron en un momento dado que las realidades exteriores no correspondían con su realidad interior.
El proceso de trabajo consta de dos fases; primero se tiene una entrevista con el sujeto que sera retratado, advirtiéndole que tiene que contar toda su vida, sin tabús, sin secretos, justamente porque si son secretos es porque son relevantes en la construcción de uno mismo. Si después de este aviso el participante sigue queriendo colaborar (se deja siempre unos días de reflexión), se procede a la entrevista propiamente dicha. Una vez hecha, anotamos los hechos, personas, lugares más relevantes en la construcción de la identidad del sujeto, y se le pide que los ponga en relación con una parte de su cuerpo, de un punto de vista emocional o espiritual. Se le pregunta: ¿Donde sitúas el recuerdo que tienes de tu madre?, ¿Donde sitúas el recuerdo que tienes de la escuela?, y así seguidamente.
Una vez hayamos conseguido todas estos elementos y sus relaciones con el cuerpo del sujeto, se empieza una investigación gráfica que tiene como fin una solución gráfica al retrato, para que estéticamente se pueda reflejar la personalidad del retratado tanto como fuera posible, y equilibrar todos los elementos de la composición
Se trabaja sobre papel, un soporte frágil, que envejece, cambia con el tiempo, se arranca fácilmente, se estropea con el agua, el fuego, la luz.